Te deseo

Maleza, atrapado en la tierra, inclinado a tí, girasol, siempre hacia el sol, mi sol; mi índice se hunde en tus mejillas, en tus labios, rosa, fucsia, "Decó"; me atrapan tus palabras "Yo te enseñé", "De uno a diez, eres diez", "Si supieras cómo me tienes", mi mente te contesta, "No te pintes lus labios tan cerca", "No te inclines de esa forma", tu boca, tu cuello, mi casa de dulces, mi Monte Blanco, en miniatura, harina, manjar blanco, miel; quiero cubrirme contigo, salpicarnos, tener una capa de dulce de ti, cubierta de crema, debajo de tu boca, en tus manos, tus muslos, donde es más blanco, más íntimo; necesito escaparme contigo, subir juntos la pendiente, la cumbre, recibir el sol, deslizarme contigo, sentir la tierra; yo quiero decirte, "ojazos", como la otra vez, sentir en tu paladar, tu picardìa, tu pulpa de mujer, me gusta cuando nadie nos ve, y juegas con mis manos, donde más te gusta, y me gusta a mí, hacia los lados, rozando tu desierto, ìntimo, a flor de piel, selva, atardecer, follaje, me envuelves más, hojas de caramelo, si supieras también que quiero decirte, no quiero que vaya a tu casa, descuídate, sé rebelde, mi niña del coelgio, delantal, cascada en tu cabello, me fascina acariciar, y cuando te inclinas, no te inclines así. amor, quiero que me bañes, tu cascada azabache; pero, ya es hora de marchar, no podemos rebelarnos ante el atardecer, la tarea del mundo y el sol, escucharé tu voz, de crema chantilly, provocándome más, con ganas de repetir.