Despierto por ti


Mañana, pasado, algún día, él tomará el barco, de bombín, corbatín, como sus abuelos formal hasta el fin. O también con su pelo hasta los hombros, sus ojos claros, su sacoleva, su equipaje de tela, todo gitano, bohemio, juglar. Ella es la hija pequeña del burgomaestre, del terrateniente. del dueño del anticuario, estrenando sus encajes, su retoño en su melena, sus escarpines con unas pulgadas de tacones más, como una bailarina, una florecita milcolores después de la escarcha. Hoy tomará la guitarra, el pincel, creará su obra cumbre, será iluminado, lo tendrá todo, encontrará las divinidades entre las nubes aunque no tenga el tesoro, el beso bogotano, inglés, francés, la flor de mar, aquello que lo hará descansar con placer o lo salvará desde esta noche por siempre. Hoy es un grande, Alejandro, Valentino, el sueño de la bailarina en su espejo de luces bailando para él pero sin poder alcanzarla. Soltando su mano, haciendo el boceto, sin acabados sin un final, es su sueño de mujer la mitad que le hace falta pero sin esa mitad. Aunque no esté real, es un viaje por el mar entre algodones. Hoy de pronto en radio la canción que pasó inadvertida es un premio de la academia. En la trompeta, el refrán, el sol sostenido, está su pose femenina, su piel, el momento por siempre cuando va en minifalda. Él la recuerda, rebobina, regresa cuando ella tomó sus manos, le cantó un trozo del 'burlesque' con su voz de azúcar o él rozó sus curvas. Fue tan gentil que hoy le cree la frase más afilada, fraudulenta o más difícil de circular como un niño sin malicia haciéndola circular sin que se den cuenta. Aunque mañana caiga o ya no tenga posesiones, hoy él es el hombre más solvente y poderoso del reino. Es una sensación loca, atrevida, pero limpia, infantil, traviesa, exquisita con crema pastelera. No hay que internarlo. Sabe lo que va a pasar. Tal vez no tiene qué perder, hace el ejercicio académico, desea fluir en forma juvenil, jugar como antes en el patio de juegos, por fin tener sus fantasías en el mundo real. Él es el más sano porque está despierto total. En la ciudad de los antifaces, al ir al cóctel, a la tienda, al reir por cualquier cosa, se despojó de la máscara, el sol le da en sus mejillas, escucha los saucos y los mirlos. Ella será también la bailarina, tendrá su fan No. 1 incondicional consentidor firme dulce por siempre.

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