Como para retirarse

Como para un partido de despedida, todos invitados, las amigas, las "pololas", las inolvidables, las de siempre, formado el ramillete, el álbum de fotos que verlo me da emoción, en soledad, al escondido; retomamos los viejos tiempos, presentan en sociedad mi monumento, y me he retirado de la actividad, después de mucho momentos de gloria, haber salvado el mundo, unos corazones, desde la cantera, el colegio, hasta llegar al gran banquete, al gran baile, a un abrazo perpetuo, infinito. Regresando a la cima, al 2008, el año de la verdura, la primavera de ese año, "Primavera Party", yo era Joe Cocker, tenía el pelo largo, un atuendo de tejido vegetal, me invitaron a una fiesta de lujo, "Super Swank", con todos los juguetes, con todas las muñecas, me encontré en el tren feliz, enfiestado, dando la vuelta al mundo en 80 días, creo que fueron más, el salón blanco vecino a mi despacho, escaparme a amar a la orquídea, escribir la gran novela, el nuevo "Love Story"; y después a los libros, debajo de Tolstoi, Wilde, Dostoievsky, a lo oscuro, con la azucena, en la arena movediza, el mar, los frutos del mar. Ese año había todo el tiempo feria de Hannover, feria de la buena mesa, Woody Allen en triple función, bailarinas, "playmates", las consentidas de los gerentes, los CEO, y eso que no salía con la chica de Cachemira, la chica alta, de la sinagoga, y la camada nueva, de la promoción del 2013. Mientras, la mejor mesa, la colección de primavera y otoño de París, el fondo de pensiones paga, me pagaron un bono, puedo comprar la novela, la obra de teatro. Ahora pues, no hay fiesta, tren, voy de mochilero, ya no soy Don Tomás, reconozco que quiero dinero, un plástico de Titanio ilimitada, y tengo miedo, porque así, "sigue el sabor", no he cerrado la tienda, el parque de las flores, y caí como ese año, en la ansiedad, los celos, porque mi vecina, mi compañera de taller, no está, de pronto no me habla, no tiene tiempo, y yo la convidé al Soho, dijo "Gracias por todo". Ahora que estudio, comienzo desde cero, ahora lo que quiero es hacer Zazen, guardar silencio, soltar todo, enseñarme a tener la espalda recta, que todo pase como las nubes, no caer en el frenesí, contemplar, seguir contemplando, mi mejor momento, mi locura, mi necesidad. Yo antes sí era un comelón. A mí también se me olvidan las cosas, los encuentros, un tiempo para ir al jardín de la casa vieja, ver la florecita. Yo también estoy ocupado, en mi lectura, mi retiro, tú me entiendes, yo entiendo también, podemos comenzar otra vez, como quedó, antes del aguacero, no pasó nada, sigamos, en calma, cuando quieras, con tiempo para los dos, para caminar, escuchar el viento, los pasos, todavía hay fantasía, está vigente.

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