Carolina


La niña dijo "No importa, está bien, no pasó nada", todo quedó en nada, pero no se va la culpa, el pesar, el no hacer algo para remediarlo tener ese gusto, ese sueño de familia. Su papa hizo lo necesario, lo mínimo, lo máximo, tal vez pudo haber hecho algo más, para hacer que todo quedara como si nada. La emergencia de familia se solventó, pero ya no hay forma de hacer el viaje, ir a la feria, ver a los de la tele, los coches, los trajes, la bohemia. La niña pues, quedó en su cama, profunda, ida, después de llorar sin parar, en su almohada quedó su cabellera, azabache, "siboney", muy negra, exótica, para su edad de niña, y sus lágrimas, escapándose, desbordadas, de sus ojos de muñeca, como las cosas que quería. Ya terminó, quedó en nada, quedó hecho polvo, su motivación, qué acordarse, en clase, sola, de mal genio, para no ocultar su sonrisa, aquello que su papá le prometió, al verla bailar y cantar, hablar de sus artistas favoritos, en la novena del año pasado, los domingos por la tarde, en la cena con los tíos, "Este diciembre nos vamos a la playa", "Nos vamos a la feria", "Yo quiero que veas los artistas", "Yo quiero que comentes, tengas recuerdos, hagas como los artistas, bailes y cantes como los artistas", "¿Prometido?", "Prometido", "Ya estoy organizándome para que estemos cuando ocurra". Con razón está tan inconsolable, no veía la hora, todo el tiempo, durante la emergencia, confió, guardó la esperanza, y no se dio. Quién puede consolarla, no sé, sus papás, su familia, lo harán después, la motivarán, yo puedo, tal vez,no, creo que no puedo, porque yo tampoco puedo, lo que yo quiero, las cosas que yo quiero, no voy a tenerlas, no tengo el "foundation", la materia prima, el presupuesto, y yo quiero mucho para lo que yo poseo, es tan demandante, hay que hacer muchos pasos hay que caminar mucho, apurarle, y me siento mal, mi cuerpo se siente mal, mi mente quiere más, no se conforma, hace mucho ruido, el ruido de afuera, del mundo occidental, adulto, condicionador, excluyente, sin complacencia por el artista de la calle, el vagabundo, la gente libre, despierta, con conciencia, "la memoria recuerda solo a los ganadores", "si no haces así, estás condenado al fracaso". No más puedo decir a la niña que vamos juntos, olvidemos, despertemos, nos gustan muchas cosas, qué ver, o escuchar, tú bailas y cantas muy bien, tú te desconectas, te hace feliz, puedes estar feliz ahora, bailar y cantar ahora así también ser mayor, encontrar lo que te gusta, y la feria vendrá después, no nos vamos a quedar sin lo que nos gusta y sin estar felices. Bueno, como ya sé que es una historia, y sé cómo continuará, ya sé qué pasará, pero no se lo contaré, ya sé que se pondrá a la moda, tendrá un nuevo cabello azabache antes de los hombros, caminará con las bailarinas, las escarpinas que le gustan tanto, un poco más altas, e irá a la feria, conocerá a los famosos; y tanto que le gusta cantar "en el potrero", triunfar en su circuito privado, y ver a los artistas, no se imagina, y no le contaré que será una princesa, una florecita, florecerá en la feria, será la más famosa, la más querida, en la tarima se sentará en el regazo de su papá, e un carácter de muñeca, una movida muy tierna, maternal, y en sus brazos tal vez se acuerde de este día.

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