Rumba

Neón "anárquico", aceite en el aire, floreces, explotas del capullo, y yo quiero la primicia, la porción más grande, con la cereza. Si sigo la secuencia correcta, tendré tu piel. Si descifro el código oculto, tendré el amor. Si te toco sin lastimarte, me vas a consentir. Un contrato infinito, vueltas alrededor de la misma piedra, hasta el fin del mundo. Una "máquina de estado finito", un autómata total, operado por veinte dedos, dos hombros, una cola, un "coco", compulsivo, enfermo ahí. Ayer, después de una rumba ciega, de toda una vida, automatismo socio - folclórico - cultural, por fin, hice una pausa y me pregunté, "¿Qué necesita mi cuerpo?". Un ente, una masa, tallada, formada en arcilla, por el mundo, condicionada, sin derecho a voluntad, "Una pila de la Matrix". Pero, una plastilina de tierra y agua, con conciencia volcánica, poder animal, "pélvica", voraz, satisfecha, y sigue insaciable.

Ayer, hoy, siempre, en la "caseta", la "rambla", con la "Mona", la "empanada", la de seda desde los tobillos, hoy con "Madonna", "Betty Boop", en vez de ser el príncipe del cuento, he sido el villano, posesivo, enfermo. No sé a qué horas me voy a soltar, y lo mas curioso, es que si me dejo caer al abismo, en vez de acercarme a la destrucción, ahí sí me voy a acercar al amor, ¿Cómo es soltarse? Una tierra sin gravedad, selva de miel de abejas, me vas a acariciar mis mejillas, me darás tierra para amasar en tu talle, en tus piernas, puede ser, en fin. Definitivamente, estoy super hambriento, no tengo derecho a margen de error, o a un traspié, no existe volver a intentar. Ayer, atendí unos segundo expresarme, y la niña de fresa me envolvía. La fiesta, la danza, tampoco son, y no van a ser un medio, o un puente. Pero todavía no encuentro ahí la tierra prometida.