Invadir el jardín
Azafranes, lirios, violetas, sobresalientes, tímidas, mirando al sol, o a la tierra, solas, entrelazadas, quiero ir unos pasos más, pistilos asomándose entre los pétalos;... hay también, flores blancas, amarillas, marrón, de pétalos rojos, carmín, fucsia, ocre, colores del sol, la tierra, despiertos, calientes,...pétalos finos, en papel mantequilla, entre ellos, hay arena, tierra, un cántaro, firme, vivo, yo también quier ser pétalo, puedo abrazar, desvanecerme, y hay también pulpa de fruta,... quiero ver la rosa roja escondida entre el follaje, escaparme de la colmena, cavar en el vestido de gala, tu tierra, encontrar miel, más dulce,... desde el tallo, me murmuran, me cantan rico, "Estás ansioso", se me nota en las manos, estoy triturando los matorrales, soy bruto, o asfixiante, una piedra, avalancha, o vendaval, no me puedo aguantar, me atrapa, desde que encontré el jardín en el camino, ahora me provoca asomarme, mirar mucho, y después tocar, interrumpir, la paz, la sonrisa, contemplándote, tomando apuntes, no hay grises o bajo contraste; las flores bailan para el sol, me vuelvo un atrevido, un roce, me dejas rozarte, tengo cargo de conciencia, me da más ganas de atrapar las flores;... ayer fue dócil, tuve el permiso, llegue hasta los pétalos, había polen, néctar, bebí, estuvo muy rico, fue un refrigerio, un té, "me tuve que entrar", pero con la misma brutalidad, y la misma necesidad, de volver, ver las flores, bailar, hacer círculos entre las hojas, y "libar" toda la miel que yo quiera.
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