¿Me dejas verte?
Dime que sí, hazme un lugar, en tu mesa, redonda, “Loft”, “Bauhaus”, de forma ondulada, dónde deslizarme, dejarme caer, hacia tu regazo, de seda, como siempre, de seda. Quiero estar en tu mesa, tu sala, tu tocador, tu vanidad. Puedo llevar mi cámara, mis colores, mi lienzo, mi lira, pintar, una “Menina”, una sinfonía Barroca, hacer que quedes por siempre, en tu tocador, tu minifalda, “Volver a Ser Niña”, mirándote, ver cómo te quedan tus escarpines, como te subes a ellos, los bailas, lista para ir a tu té, al agasajo, a confundirte con los mosaicos, las heliconias, bailando juntas. Es una fijación, una mancha, manchando la mansión, la canasta de frutas. Pero, no se van a perder, a descomponerse. Es una virtud, “hora bruja”, “café concierto”, un Oscar. Yo quiero un “break”, un aperitivo, a tu lado, enredado en tus piernas, y vas a ganar el premio a mejor aparición, estarás en el “Talk Show”, puedes jugar, cantar, y llevarte una canasta de flores, o una para la pasta del fin de semana. Mi premio, es recorrer la montaña, navegar en tí, tener un encuentro, jugar a un “affaire”, inocente, gentil, exquisito. Gracias por dejarme.
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