Pero todavía yo quiero

Ya hice los deberes, ya entregué el puente, los prototipos para el evento, la galería, esta noche, con el príncipe. He hecho el estudio de movilidad, riesgo, presupuesto, ya tengo el “piloto”, el Plan B, podemos acudir, seguros, será temático, intuitivo, muy Copenhague, Estocolmo, he salvado el tesoro. Pero igual, todavía es un buen plan, una fantasía, una tentación, hoy es el día perfecto, el cielo azul también es cómplice, la esquina, la mesa, eres la flor más colorida, alentada, del Tívoli, el jardín de los Spencer, quiero quedarme hasta tarde, cómo se siente tu piel, envuelta en nácar, seda, en tus curvas, cómo quedas en puntas, te sonríes, tus labios, tus mejillas, de savia, de miel, mirar, tocar, lo que desea mi piel, mis manos, y no puedo encontrar en el diccionario, convidarte una pinta, un par, como sea, haría lo que sea, te robaría de la vitrina, de al junta, de los asuntos, de los adultos, para hacer lo que hacen los niños. Con mucho pesar, en estos tiempos, de la brecha global, el caos en Egipto, hay que organizar el jugar. Se busca, una firma de consultoría, una inversión de diagnóstico, un informe, hecho por unos funcionarios, de corbata, “pixies”, para salir al parque, correr por el bosque, ver los animales. Pero igual, yo también soy difícil, un niño especial, “índigo”, necesito un taller de cerámica, una chocolatera, papel y lápiz. No puedo dejarme la barba, pintar en las paredes, en horas de oficina, menos practicar, contigo, el tocar, contemplar, el amor libre. De hecho, parece que no puedes tampoco, tienes obligaciones, atender tu botica, con tu bata. No sé en qué momento nos hemos vuelto tan cotidianos, programados, que ya no podemos jugar, a “Broadway”, “Café Concierto”, el concurso de baile, o a ser personas. O hay que cargar con un bebé, una mascota virtual, un ayudante, algo que nos coordine, nos diga qué hacer por nosotros, o hay que prepararse, “practicar”, para sentirnos despiertos, bellos, consentidos. Ahora se hace, se estima, en el cronograma, para al final, hacer lo mismo de todos lo viernes, solo el viernes, lo mismo que se hace en el bar, lo mismo que se escucha, o se bebe. Aunque puedas esta noche, o más tarde, falta lo tierno, femenino, inolvidable, como aquel día, de “Primavera party”, o siento, como si igual me lo hubiera perdido. Hoy descanso, mañana intentaré de nuevo, no tengo prisa, se vale soñar, contigo, con hoy, como estás hoy, divina, traviesa, florecita de esta mañana.