Comfortablemente ocioso

"Comfortably Numb", aletargado, entumecido, ido, en los Urales cuando el cielo se cae, el Himalaya, Marte, Neptuno, o aquí no más, en la cuneta, bajo la ducha pudiendo tomarme unas horas más en las cobijas, pensando en la pequeña maravilla, la niña del copete, los lacitos, el tocador, el gato en la terraza en las islas antes del chocolate. Y ano quiero hacer el condominio, la plataforma de la bolsa en el móvil en tiempo real, menos el videojuego serio, racional, "pixie". Quiero quedarme en la almohada, con mi almohada, mi narguila de té, bayas de Asia- Quiero crear el cuento, la historia, la mi metáfora, mi felicidad feliz, ociosa que es mía y de nadie mas. Quiero cavar el túnel hasta la luna, el sol donde hay todas las estrellas. Esto para mi es como un cielo, el cielo dantesco "coranesco", "escrituriano"; pero el pastor, o la pobre mujer que camina de puerta en puerta gastándose sus pies dice que no sea ocioso, que la mente ociosa, que el diablo, que divagar es perjudicial, blasfémico, contra natura, que por eso estamos como estamos. Pero bueno no he hecho nada malo, no he profanado la naturaleza, el bosque o la creación y no necesito exorcizarme o pagar penitencia en la torre. Y si divagar, estar ocioso, masticarlo o fumarlo así como lo siento es tan acogedor, tan como el agua caliente de madrugada esto para mi es la creación, ser creyente, el amor venido del universo. Para qué más. No podía ser de otra forma sino ella, acudiendo como el sol, trayendo del cielo a Lennon, aquí viene el sol, el último sol, reflejándose en la calle, los charcos las hojas nuevas, frescas recién caídas. He visto, no sé qué más sigue, todo es perfecto, sus mejillas, sus manos, Bézier, Corbussier, Jacobsen, y no está desnuda sobre la silla, el escritor a mano alzada, en sus trazos con sus piernas altas. Pelotas de manis, besito de coco, pulpas, "mieladas" de la flor en forma exponencial, perpetua. Ya sé qué es "furniture". Ya sé qué es "boudoir". Me gusta escribir lo íntimo, me gusta jugar también con las palabras, componer la historia, las etiquetas para encontrar el cuento en la biblioteca de Alejandría, combinarlas con "cotton", "foxtrot", "chocolate". Ya se va a terminar, no puedo aplaudir, estoy pasmado, tengo las piernas rígidas. Se decir sólo "belleza", "piccolísimo", "amazónico", es mi locura amazónica, doméstica, ecológica, verde. Es verde, en estado puro, pero es también azul, celeste, la "celé", anoche ganó la "Acadé" en San Telmo, el potreto con el balón sin costuras, una vez más en un marco celeste, blanco, "alaurelado", picadillo de papel. Al final levanto la bandera blanca, me rindo, estoy a merced. Por eso agregué también el amor amarillo, la guitarra cincuentera. Mañana hay que madrugar, no sé cómo negociar quedarme un rato más en el futón, el canapé, enloquecerme un rato, desviarme un poco del camino, inducirme una locura. Igual es adoble función, a la carta, nose va a descontinuar, lo reciclé, lo preservé para siempre. Alsina, Soho, la Citté, viven en los cuentos de los niños.