Como en los 70s


Ya se hizo tarde, igual el tiempo alcanza, pasa despacio, aunque todos seamos ejecutivos, emprendedores, emprendedoras, liberadas, sabiendo andar solas. El tiempo se fue rápido, para esa pausa en el día, un filete, un café, de Cocora, los cerros, suave, lluvioso, dulce, tibio, colores "kopi", "uva", fucsia, celeste, espuma, aguamarina, en la espuma, en tu cachemir, en el reflejo del sol al ponerse. Sol, girasol, trigo, arena, en tu mirada, tus manos, tu tocado. Eres Lindsay, Olivia, Farrah, en primer plano, pensando en el cumpleaños, la playa, en una pieza de bota ancha con el calzado más alto, interminable, sastre, escultor, desde tus pasos haciendo de ti una Madonna una utopia una visión escandinava, rebelde, que todavía no hay en este tiempo rígido, despelucado. Nos retiramos, nos despedimos, comfortables, consentidos, perfumados. Me gustan también las fragancias azucaradas, juveniles, como la niña de 15 de la propaganda, por supuesto rubia, risueña, vanidosa, frente a un gran tocador. La próxima cita te veré en lentejuelas, luceros, pasos de seda, de algodón, plataforma, imponentes, transgresores, atrevidos, diferentes. Escucharé atentamente como siempre, me lo llevaré a mi despacho de cedro, a mi almohada gigante, ahora sí no faltará el chocolate, el sofá, la sesión de fotos, el "latin hustle", la lonchera de lata, nadaré en tu fragancia, tu vanidad.  Esta mañana nadaste también, siendo mi almohada, mis cobijas, envueltos después de la fantasía de la lencería. Se pasó el tiempo rápido, se nos hizo tarde para la oficina, igual estuvimos aquí, ahora, despacio, gentil. Eres como en los días de antes, fabulosa, radiante, la chica del calendario, de la fantasía de los bailarines, , los inmigrantes en busca de la tierra de oportunidades.

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