Gitano Wota
Después de la serenata, la ópera, el gran final, se marcharon a sus aposentos. El trovador acompañó a la bailarina desde la Trattoria y después reanudó la marcha desde la rotonda con sus alforjas con pena, sal, guayabo sin las respuestas, sin el mechón de su melena bionda, sin su sí. Mañana como ayer, paseará solo sin destino, sin su bandera azul, manzanita con su rueda vermellón, sin su carreta y sus accesorios, tal vez por Catay o las Islas Marianas, Shibuya, Akihabara de domingo con la muchachada. Nunca se aprendió el "wotagei", las rutinas, el "mawari", el "romance". No tiene el cofre o los regalos, menos para comprar el tocador de su artista favorita. Pero recuerda sus postres, su chocolate favorito, los refranes de su primer álbum, sus tacones lacados la noche del acústico, los recuerdos de primaria, el "aguante por lo que eres". Como en los días en la Florencia del Mediterráneo la tiene muy presente en la alcoba, en el estudio esculcando los vinilos, buscándola con afán en la fantasía del balcón como su actriz, su chica de revista, o la azucena chaperona bailarina sirena vestida de coral, rosa de Castilla, aguamarina, cuando le cantó en su regazo después del "Mágico Mágico" cuando estaba recién nacido. Mañana o pasado hará lo más tonto, absurdo, sin madurez, sin una segunda esperanza u oportunidad, expuesto al destierro, a la inopia, al olvido de lo tierno. El lo sabe, pero es calé, de la Triana pura, el Danubio, Punjab, hecho también wota de JKT, AKB, Morning Musume, loco por las chicas, su manos, sus labios, sus juegos en el tocador. Estará presente sin afán, hará un dibujo, una artesanía, un Alebrije, como el de los Méndez, los gemelos de la Florencia, un poema, unas onces, el collage más vibrante, sin esperanzas, con gracia, con antojos. Aguante un sentimiento. No se hace, no hay antifaces o el tutorial. El sentimiento no tiene tiempo, latitud, longitud. Vaga por el universo, alumbra, trasciende las generaciones, es profundo, inquieto, primitivo, infantil, exquisito. Para el coleccionista de revistas, ser wota sí es genial. Es el ser más tierno, el más romántico, el Valentino, el héroe de la película, escapándose por el horizonte con la muchacha.
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