Recordar es...

"Picture book", anticuario, monedas del mundo; tengo un encuentro con una postal, una cortesana, una princesa de la India, azucarada, en crema inglesa, en la mezquita, la alcoba del rey, envuelta en seda china, "carillón" del antiguo Egipto; un cuadro de colores frescos, más vivos que los del jardín del reino. Pero, mi ejercicio de contemplar se interrumpe, la temperatura sube, es una postal de mi princesa, cuando era un viajero, y pasé al salón de baile, y nos conocimos, y le prometí llevármela, y escaparnos a dónde contemplarla más. Un recuerdo de aquella fiesta, con orquesta, tocando con la piel desnuda, música de las orquídeas; como los bucaneros, "música para soñar"; y se encontraron nuestras palmas, y nuestras mejillas. "Se fueron llorando, ya se acabó la fiesta", el salón está solo, la partitura de la orquesta se la comió la tierra, los colores son amarillo, ocre, sepia, y yo, no me conformo con encontrar mi pareja, niña, floreciendo, sacarla a bailar, sino que la quiero tener, hoy no está, se escapa de mí, no tengo su piel. Yo quiero bailar otra vez, yo quiero seguir persiguiendo la liebre, aunque sea por el desierto plano. "Recordar es vivir", "Todo tiempo pasado...", postales de fiesta, de paz, y yo veo todo como más limpio, una mujer de la tierra, de miel, y todavía siento que ayer me perdí de algo, y lo quiero tener hoy. Contemplar, ayer, los momentos, transporta, eleva, muestra el camino, pero no sé cómo contemplar sin sentirme incompleto.