Fiesta en Do mayor

Sí; ya sé; no tengo la gracia de pedir la palabra; un archivo de antecedentes, de grafitero, agitador, subversivo; en el callejón, abusando del muro, incitando a la mala educación; con toda razón; fuera los padrinos, los usureros, y a mí me han visto la cara de muñeco, y me voy a dejar engañar, olvídese, y en esta rebeldía, lo encontré, el Clarín, el Papel Periódico, estabas tú, te rapté, a escondidas, hacia mi ratonera, donde el cielo es verde, se ve llover, entre un manto, y chocolate, y en una fiesta, con la bomba de Panamá, los clásicos del Café, me cantaste, tan de tu casa, tu fiesta de nochebuena, con tu blusa nueva, tus tacones favoritos, y mis favoritos, y como en la fiesta, bañados en papel, con tu gorra, me diste la canción, de Toscana, al aire libre, "Boot Hill", el Lido; meciéndome, donde las ranas, donde el agua está picada; si, ya sé, mucho fin de semana, después la barbacoa, el sifón, holandés, que no se termine, un día más antes de ir a la fábrica; y pues, ya sabes, al final, caminamos juntos, por las calles de la Colonia, de Cantabria, la plaza, los naranjos; se casaron todos, están en su hogar, haciendo las cuentas, pero pues, ya no me interesa cubrirme la cara, los panfletos, los petardos; a lo lejos, los padrinos, la majestad, sola, pagando las cuentas de su dejación, su ego ácido, yo sigo en mi nido, viendo el cielo, oliendo después de llover, pensando en tí, recordando la verbena, con ganas de repetir contigo; te espero siempre.

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