Aquí y ahora
Noche, oscuro, cielo, “grafito”, no es celeste, o verde, mi sueño, tengo miedo, respirar hondo, escucharme, “es hoy no es mañana”, mi noción del tiempo, o mi orientación, mi juicio; voy a ser como “Luna”, los girasoles, “regalones”, idos, sin idea del tiempo, o qué es mañana; pero, idos, livianos, felices, tomando un baño de sol, sin proyectos, o negocios, “gozando la rumba”. Yo me metí a arquitecto, ingeniero, a levantar castillos, redes viales, monopolios, una agencia de modelaje, un “Lido”, olvidándome, de ti, mi barrio, y pues, puedo decir, no más, gracias a Dios, al universo, llegué al punto de partida, en vez de seguir derecho, irme por el barranco, con todo y caravana, y puedo intentarlo, tomar aire, y quedarme a ver el cielo, el campo de flores, mi cielo verde, escuchar ese cielo también, y escucharte también; hacer espacio a lo que sientes, dejarnos caer, dejarme, sin arrancarte de la tierra, nadar en ti, pasear; a mi ritmo, bueno, al tuyo, al nuestro, como los regalones, sin ayer, o dando algún paseíto, por algún clásico, un postre, un capuchino, y el mañana, ¿qué es mañana?, es hoy, tú y yo, tal vez se vuelva una eternidad, un dulce, perpetuo, hasta el Polo Sur; va a quedar chévere, hermoso, sin planos, o prototipos, la imperfección es una virtud también, expresivo, exquisito, rico.
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