El sueño del pibe

Bueno, no es de Reinaldo Yiso, u Osvaldo Pugliese; no es un tango, o un vals; aunque cuenta, recuerda, el baile en Viena, o en París. No golpearon mi puerta, no ha venido el cartero, pero, el club también, me dijo que sí; la chica de seda, de la flor, me dijo que sí, que vamos al baile de gala, a la fiesta de antifaces, a dejarnos andar, mecernos por siempre. Yo también ya le conté a mi mamá, mi almohada, mi hada azul. Es un gran presente, es el Café Angelitos, “Casino Royale”, el centro de Buenos Aires, la Serie Mundial en la Gran Manzana. La verdad, la expectativa está superando todo, no puedo olvidarme, lo quiero desde mucho antes, necesito ayuda económica, mano de obra, “voy con toda”, y me da miedo, que se me corra, o darme de frente, o reventarme. No tuve que buscarte, voletar mi cuarto, recorrer el mundo; te esperé por siempre así, tu cabello castaño, tus mejillas, tus pasos de seda; estoy listo para partir, te contaré muchas historias, te convidaré capuchino, Malbec, te enseñaré casino, el cambio de guardia, te llevaré a pasear, a Shibuya, La Citté, el Soho, el Harrods, te vestiré con seda china, Carolina Herrera, Pink Soda, deseo, en tu talle, y en tus pies. Vamos a ser inolvidables, nos espera, la limusina, la siute presidencial, saldremos en “Life”, nos querrá el Real Madrid por todo su patrimonio. No puedo evitarlo, lo quiero contigo. Yo también dormí, el sueño más bello, el salón lleno, nos ven juntos, dando un gran baile, un album nuevo de Cerati, o de Il Divo, el mundo nos quiere. Vamos.