Los modelitos

“Espere”, “Quieto ahí”, “Lo va a romper”. No, tenaz. Yo quiero tocar, mirar, el avión de Da Vinci, un Chevy 56, fresa, aguamarina, un Ferrari, Montecarlo, en la arena, junto al Mediterráneo. Todos perfectos, ricos, en su punto, escala “gourmet”. Igual, ayer, de niño, en mi casa, tocar, acercarme, al estudio, al escaparate, era una falta, mala conducta, amenaza de bomba. Hoy, no sé, pero,es un estudio más grande, un jardín. Está la Gran Plaza de Bruselas, el parque japonés, el juego de muñecas, para los convertibles. Una “Barbie”, fina, inalcanzable, de pan, de fucsia, de viernes, sábado por la noche, en escarcha, pedrería, minifalda, seda. Me dejaron acercar más, anoche, estuvo abierto, a grandes y chicos. Bailarina, alta, en puntas. Acercarme, contemplar, fue una delicia. Ah eso, sí, estuve muy formal, mantuve mi distancia, no hice nada, “ni con el pétalo de...”. Hoy abren también, yo quiero que sea como anoche; o como esa tarde, junto a las hortensias, al busto de Cervantes, “Primavera Party”, como en la Zona Rosa, Hacienda, Halloween; algodón, leather, oro, durazno, pasos de oro, de agraz. O en Norte, Plaza, está el ajuar, el guardarropa, para el cóctel, la fiesta ochentera. Los guantes de seda, las plataformas, en crema, cereza. También una palmera, rubia, trigueña, despierta por los modelines, curiosa, señorita. Yo tengo también, una pista de tren, un bombín, una “Smile Shutter”, un salón de eventos, loft, Luis XVI, estoy preparando una zarzuela, un Scrapbook, realizar una fantasía. Será inolvidable. Me pueden regañar.