Veraneando

Sol. Seco. Denso. Bochorno. Onda de calor. Es la estación, la Andalucía, el Valle de la Muerte, Mojave, Mercurio. Me fui de loco, de safari, a seguir la ruta de Valentino, y ahora no me puedo escapar, me come, me envuelve, como una boa, o como en la mina de azufre. Estoy solo, me siento solo, sin a quién acudir, sin una paloma mensajera, o una florecita, qué mirar. No está la azucena, o la rubia, bailarina, con quién aventurarnos, atravesar ella tundra, compartir, hablar. Todo es arena, polvos pica pica, hay hormigas, criaturas negras, corrosivas; aunque me escape, o me quede, me perseguirán, estaré cubierto de sal, de azúcar, me inmolarán, seré una parrilla. Esta mañana me dio hambre, bueno, sed también, pero necesito comer, cargarme de energía, mi vientre lo necesita, no hay forma, buscando algo, en los cactus, debajo de la roca, con mis manos, o con mi boca. En esta situación urgente, la boca es mi guía, boca marina, primitiva, labios secos, en busca de pulpa, de miel, buscando en los tallos, lo que el mar devuelva; algo qué probar, o tocar, o besar. Lo que encuentre, es bueno para la sed, para saciarse, hasta lo que veo, y no está. Me alucina. Me hace tener fantasías. En este bochorno, regresé un rato a la tienda, a la zona franca, con la azucena, brindando un Scotch, un tinto, espumoso, bailamos, bailando para mí, bajo la luna, quiere que me quede, juguemos como ayer. Después he vuelto a mi chalet, a mi estudio, a escuchar música, en la gramola, con la merienda, unas trufas, un smoothie, de arazá, copoazú, con la chica de la caratula del disco, qué ojos, qué labios, es lo que necesito, me dirá que sí, vamos a vivir juntos. Ah sí, como en la novela, despertaremos, entre pétalos, nos daremos un beso de buenos días, nos amaremos, ante el universo. En fin, la situación es un poco precaria, no hay plazos largos, y no puedo hacer más que lo hecho por mi cuerpo. No sé si vendrán por mí, me salvaré, pero pues, creo que puedo salvar mi esencia, ya se salvó, mi esencia, también mi paz. No me voy más de loco, a buscar lo que no es para mí, aunque lo tenga todo el mundo. No correré más, haré lo básico, en el presente, contemplaré más, me dejaré llevar, escribiré más, en vez de hacer planos para el mañana, rebuscados, ilegibles. Por cierto, la chica de la caratula, tiene unas mejillas correctas, así, duraznos, más blancos, cerca a la pulpa, adornada, por caviar, frutos rojos, es femenina, pícara, veraneando también de vez en cuando. Es una obra de arte, es un banquete, como en la Campania, la Sicilia, al are libre, frugal, frutal. Me puedo quedar un rato más, mientras el sol baja, ya me siento satisfecho.

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