¿Qué tal despertarnos?


Tu propuesta es segura, universal, funciona, provee lo que necesitas, atiende tus necesidades, y tus conveniencias. Yo te propongo la opción psicodélica, "underground", "punk", "new romantic", y es también barroca, victoriana, europea, de alta escuela, y sostenible. Yo te propongo un "smoothie", de curuba, feijoa, guaraná, uchuva, de la tierra primitiva; chocolate, queso costeño, malanga, hartón, para hacer patacó,, te gusta el patacón; desayuno en la paila, el wok, con cucharón de palo, como los antepasados, como Rosa María, en el manantial, al natural. Te convido escuchar los copetones, hay en el parque, el tejado, las hojas de guayacán, escuchar tus pálpitos, tu vientre, tu piel; todos ellos opinan también, saben las respuestas, más que los libros, masticados, inquisidores, maleducados, interrumpiendo, no cediendo la palabra. Se vale escuchar tus manos, tu pelvis, volver a tus tres años, pintar con las manos, escoger objetos, tener fijaciones, yo también tengo fijaciones, ir a la boutique, escoger tu juego de cama, de cocina, el "placard", la lencería que te gusta, quedarte en la alfombra, contemplar, escuchar, dar vueltas, hacer la danza del sol, de la cosecha, alrededor, desnuda, o con tu "outfit" al revés. Vamos a bailar, a la caseta, a los palos, el mambo, el "makossa", la danza del vientre, como la Chacón, Isadora, Tongolele; o el "burlesque", sobre el asiento de Jacobsen, el sillón, con tus pies juntos, inocentes, dispersándose, hacia el infinito, haciendo la mano, de la manta, del dragón. Seamos malos, pongámonos juguetonamente, dulcemente malos; seamos como de París, de Italia, digamos todo, dejémonos caer todo. Toquémonos, enloquezcámonos, como los retoños, con una rosa, un roce, con nuestros labios, nuestras yemas. No se qué puede pasar, ya nos pasó lo peor, no hay qué perder, podemos intentarlo, podemos equivocarnos, seguir la constitución, ir al barrio de artistas; ya sé que no es seguro, pero estamos más cerca de triunfar, ser jóvenes por siempre, como Peter Pan, ir a tu ventana, jugar, volar, y después vuelves, estarás segura en tu habitación. No es fácil, tuvimos una educación, seguimos las reglas, no podemos fallar, o si no qué problema, le faltamos al libro, al púlpito. Yo quiero liberarme, de mi cubículo, sí, yo también tengo uno muy bonito, pero ya no quiero escuchar al motivador, la conferencia, de ser un buen tipo, un "pixie" formal, motivado, positivo, para la compañía. Yo quiero ser persona, estar vivo, sentirme, suelto, despojarme de la manilla, la escarapela, dejar el altar, los dogmas, ir por un trozo de torta, de onces; me diste una idea, iré por mis onces, mi rubia, mi morena, fresca, chispeante. Vamos que no es demasiado tarde. Tu cuerpo te espera, tu vientre, lo que sueñas con tu almohada.

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