El sueño del pibe (Recargado)
Después de la hora de salida se quedó solo en la cancha del colegio debajo del arco caminando sin sentido jugando con las costuras de la red pensando en otra noche de gala, la de anoche, antenoche, o aquella noche camino al vestuario de la colegiala, la actriz, la bailarina, o encerrándola en la memoria sin permiso de salir al sol al final del matinée en la tele o en la radio después de la sobremesa, la leche caliente, la colación, todo después del recital de ensueño, la gala de coronación, el gran suceso de la humanidad que nadie ha determinado porque estamos muy cansados del trajín del día, hay que preparar el examen, el banquete, los negocios y no hay tiempo para ver el show. Hoy amaneció en la luna, displicente, terco, contento, enamorado. Le hicieron una caricatura en el tablero, "se la montó" hasta el profe, no lo dejaron jugar en el recreo, ahí está como en la era de la Napoli del Diego, o de River del Bambino, cubierto de barro en las mejillas, el uniforme, los zapatos entre el barro del área chica, pensando en el gol de la fecha del domingo, en su corista favorita en minifalda con micrófono. Esa noche que apareció en el programa se puso el esmalte rojo pasión, los zapatos del desfile, los "ponies" con unos centímetros más. La mente del niño es una casetera ochentera, reproduce, rebobina, en cámara lenta, muchas veces, donde más le gusta, creando su propia línea de tiempo, reviviendo los pasos cortos, el primer plano mirando de medio lado o la sonrisa floreciendo cuando comienza el canto, o el momento tanguero, el momento burlesque, ese momento como frente al tocador, sus juegos, sus caderas con encajes y lentejuelas. Tal vez la bruma o el frío de estar afuera o ser el pelota de la clase son muy estimulantes para recordar, abstraerse, hallar donde protegerse del mal tiempo, hallar el chocolate, el bosque de dulce en la nueva fantasía que ha llegado sin pedirla. Tal vez también hoy, mañana, otro día se pellizque, atienda los asuntos importantes, sacar buenas notas, no tener un expediente disciplinario, ser un buen empleado sin descuidar la corbata y el horario. Ahora la banda sonora es la música del show y cuando recuerde la canción de la artista agraciada cumpleañera, se reirá como un nené, vendrá los pasos de baile, el primer plano desde los pies hasta su sonrisa, habrá algo de sol entre las nubes, amigos, hinchada, papelitos, carnaval toda la vida, será como en la noche de verano, el mar, la rosa, el primer beso. El niño más molestado, el más feliz.
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