"Karaokear" a la moda
A cantar, y pasarla rico ¿Qué hay en el guardarropa? El vestido que la niña vio en el mostrador y le encantó, se lo mide, se estira, se encoge, como una nena, sin cubrir sus formas de mujer, minifalda con prenses, una "descocada", "coca cola", "cheerleader", una palma, pétalos, alrededor de dos tallos, un gran vaso de cerveza alemana, formas curvas, deslizantes; ¡Ah pero!... aquellas formas, florecidas, también se mecieron a la moda, como en casa, en la terraza arborizada, prado, verduras, "hippie", slacks, "hot bells", no sé por qué los "hot pants" tiene que ser cortos; la temperatura se sube también, con un "denim", luchando cotra las formas, arriba más arriba, se rinde ante las curvas, y abajo, se extiende, se libera, hojas de palma, y bajo las hojas, lotos, pequeños, tímidos, pero también, vistoso, príncipes, niños de clase alta, en porcelanas blancas, lazos, lozas la niña se ve más alta; caminando, bailando, estiletes sobre carbón, pintando jugar a se mujer; el suelo es infinito, los trazos son cortos, redondísimos, profundos; y hoy, los estiletes son de seda, confundiéndose con la arena; el espejo reproduce la niña, apuntando al cielo, mientras la seda la cubre, el espejo escucha a la niña, mostrando su nuevas formas, escalando más alto ser mujer, y como postre, fruta, hebillas, pistilos, todos de fruta, moda para andar, griega, romana, china; uno daría su reino por ver los estiletes sobre la mesa, "chic", sin prisa, en cámara lenta, mientras la música se escucha, y la voz de miel de la niña también. El "karaoke pon", no ha sido más glamoroso, y tan íntimo; en aquello ya acertó y ganó el premio la niña, ¿mujer?.
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