Como en la verbena
La ciudad de Bogotá..., o la de Cali, Buenos Aires, de colores claros, "latina", se guarda, se calla, y bajando por la avenida, están cocinando, rúa de papel, amigos, milonga, "echando un pie", los clásicos, paño, seda, "leather", pues, también, la flor la prima, o la vecina, o la hija del comerciante, la más linda de la fiesta, de oficial, azafata, corredora de bolsa, como sea, siempre, toda de seda, los zapatos más altos, la que baila, y contagia; yo esperándome, la fiesta de mi pueblo, navidad, año nuevo, el gran momento, haciendo las tareas, olvidándome de vivir el resto del año, bien peinado, estrenando vestido; se rieron de mí, yo quería bailar toda la noche con ella, nos miramos, me toma de mi mano tan suavemente, me da no sé qué decírselo, me dijo "gracias por todo"; después qué guayabo, no me cogió el sueño, apenas, me soñé que escapaba, la buscaba, me quedé con ganas; el sol me da, hay desayuno, el mundo es un remanso, azul, verde, estoy enamorado, cuando la canción..., lo recordaré por siempre. Ah, pero bueno, después, qué guayabo también un día me desperté, ya no quiero esperarme todo el año; pues, no hay verbena, ya no es "comercial", ahora es a la brava, la montonera; quiero mi fiesta, mis antojos, todo el año. También puede ser la verbena, mi verbena, hoy, mañana, en mi mesa, en el parque junto a la fuente, y hay también la flor, mi favorita; llegó a su casa, temprano, bien, estuvo muy contenta, locos, convidándonos a nuestras locuras, envolviéndonos, me envuelve, está linda, como quiere, esta mañana el sol, un remanso, un chocolate, quiero verte otra vez, convidarte otra vez, "La vida sigue igual", todavía los clásicos, el baile, mucho mejor.
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