Todavía como después de clase

Hey, oiga, el niño, no mentiras, el caballero, el bohemio, estudiante, en busca de la bohemia, el verso, que haga explotar, el antes, el desayuno, el paseo en carroza. Después del desayuno, después de clase, bajo el sol mañanero, una espiga al viento, un pan de oto, en seda, en minifalda, tras sus pasos, botones de tul, al sol. Está hermosa; si no estuviera en 2o., tan consentida, rodeada de amigos, "todos quieren...", si estuviera en mi salón, junto a la ventana, "creo que sí puedo", ser su compinche, aventurero, es Becky, "Goldie", una princesa de Disney, un querubín, querubines, angeles, quédense conmigo, "el cuarto", "los mangos"... Yo también, después de la mañana, angel no soy, mayordomo, no sé serlo; pero estoy aquí, hago acto de presencia, a reportar, no el balance, o las buenas nuevas, que lo harán sentir, complacido, mejor de su gripa. Me gustaría contarle, después de un camino de aventuras, es verdad, el trigal, la princesa, el oasis en el camino, aquellas fantasías, es verdad. Pero mejor sugerir, no redundar, o dar vueltas; después de todo, siempre, llegamos, lo alcanzamos. Es incierto, al final puede ser, se rompió, quedó en nada. Mejor, seguir contemplando, más fantasías; pues, es que es linda, en tiempos de la sequía, y también en el ahora. Me marcho, de esa mañana, esa contemplación; está queridísima; mejor también, me guardo, que sigue tan bella como antes, tan risueña, y estoy ahora, tan cerca, caminando juntos por el parque, jugando a la fiesta de Ciudad Zero, a "Julia Bella", es todavía, mi postre de Hacienda, la quiero toda, como en la verbena del barrio, con ella, y nadie más. Como para variar, después del baile, me soñé "echándole el cuento".

Comentarios

Entradas populares