Pues, algo elemental

La peatonal, la Rambla, Florida, el lobby del portón Bogotá, gente que pasa, ríos de personas, gotas, un corredor, un sillón plegable, modular, del Bauhaus, y estás tú,un chal español, “manola”, bailarina, un manto hasta las rodillas, alta, fina, sin tocar el suelo, piel sobre negro, una suite de seda y marfil, curvas peligrosas, exquisitas, y de pronto, un paso de baile, quedamos de frente, la nueva soberana, imponente, y tus pies son tan pequeños, una palmea, ocupas tu sillón, ocupas mis sentidos, mis instintos; no sé quién está hablando contigo, a quién escuchas, qué versos dice para ti, tu boca, tus manos, tus piernas, como en el almacén, bajo el atardecer, sol dorado, días dorados piernas doradas, todo se vuelve un jardín, todo florece, las flores, los tallos, bailan, juegan, se enredan, un botón abriéndose, floreciendo, el más alto, hacia el sol, secretaria, graduada, mirándote debajo de la mesa, yo quiero estar ahí también, ver más cerca,tocar, nadar en tu piel, tu cubierta de seda, ayudarte con tus zapatos nuevos; “sorry”,no puedo evitarlo, si te das cuenta, que pena, nadie ha estado mirándote; yo bailo también, te invito a bailar, estrecharnos bajo la luna, un capuchino, unas tapas, pero no te vayas; tus pasos seguiré, tu guardián, tu fan.