Una diosa

Moviéndome, siguiendo la ruta del "andariego", la danza de la lluvia, o de la vendimia. El suelo, el cielo, el universo, son generosos; hay pan, vino, para todo el año. Quiero moverme, caminar, saltar, ante el altar, mi ídolo. Hoy es, una diosa, es, Afrodita, Pandora. Estaba en el taller, nos encontramos, estaba en la puerta, en una revista, una vitrola. Se puso los escarpines, altos, de colores, ebano, crema, rosa. Es la nueva reina, modelando para el almanaque, cantando, la canción que me desvela. Se puso la mini, un "canotier" unos "fingerless", está despierta, "azucarada". Yo quiero quedarme, no tengo qué hacer, soy un niño, pasmado, de sal, de piedra, marina; ella es una sirena, a doble página, a escala, quiero andar, navegar, en sus mejillas, sus piernas, la miro, desde la tierra, a vuelo de pájaro, sin parar, postrado, haciendo una rueda; es un baile, fiesta, hay una mesa, todo es del jardín, de la huerta, hay cordero también; me voy de juerga, otra vez, como con mi reina favorita, a doble página; o la colegiala, en patines, o en tacones; o la bailarina, la que conocí en la cena, y no quiere, aunque resevre para ella, un vestido, la mejor mesa, no me acepta. Por eso quiero más, otra fiesta, formarla, en mi casa, en la rambla, poner la mesa, esperarla, adorarla, tener todo, escucharla, verla bailar; por eso también, quiero estar otra vez, estar, acercarme, todo en 1o. plano, rozarnos, probar; estar en la olla, aunque se me olvide, me coma; es mi antojo, mi luz, quiero alcanzarla.

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