Era más tierno

Te acuerdas, aquí, en el mismo condominio, el mismo country, apenas nos asomábamos, nos veíamos, nos gustaba vernos, era una tentación, parar en mi taller, mis lienzos, por tu café, tu pastel de manzana, tus ojos, tus zapatos nuevos, caminando por el zaguán, qué ojazos, qué piernas. Después, las fotos en la terraza, mi cumpleaños, el año nuevo, así, como en la villa francesa, la Calle de las Flores, como dos niños, a través del casco viejo, los jardines, las hortensias. Mientras el ejecutivo, el comerciante, consiguen dinero, regalos, para no sentirse solos, nosotros a escondidas, entre juegos, brindis, confesiones, nos tomábamos La Bastilla, escribíamos una Constitución de Uzupis, nos rebelábamos, nuestra guarnición eran los juegos, el vino, seda, piel, abriendo fuego, con mi fotográfica, nos reíamos del mundo dormido, festejábamos, estar vivos, ser bellos. Era más tierno, más vivo, porque ahora quiero irme a dormir, está haciendo mucho frío, y no quiero esperar, olvidarme del mundo normal, que mañana sea otro día, distinto al de ahora. Mañana, en la oficina, a ver a quién echamos el agua sucia, y no hay partidos del Mundial; que se acabe el Mundial, sin fútbol, una pérdida de tiempo, y dinero, viendo equipos, famosos, postergando el jugar, el potrero, el compartir con el mundo, y acomodarse a sus intereses. No hay dinero, tú necesitas dinero, yo también, está bien, tener tus fincas, tus socios, dedicar tus bienes, en producir más, conseguir todo el mercado, ir a la bolsa, pero yo quiero jugar a otra cosa, no jugar más, a quedarme en mi casa, a esperar mi turno. Yo no gano, este juego me lastima, y me hace llorar. Pues, también juegas con amigos tuyos. Bueno, yo también soy mayor, compro mi casa, mi bienestar, pago al fisco, pero yo todavía soy niño, me gusta jugar más juegos, olvidarme de la recesión, escaparme, recordar, soñar. No se me ha olvidado, está fresco, se conserva, hoy tengo todavía el rebelarme, hacer una revolución, pintar mi mundo, reírme del mundo, porque está dormido, se olvidó de jugar, tener fantasías, y puedo reirme de ti, de que yo puedo estudiar, aprender, jugar, con mis manos, y tú estás en un despacho, invadido de papeles, corrillos. No nos molestemos. No sé qué pasó con las flores, los poemas, el rock, la florecita acústica. Pero, si quieres un Chateau, una paella, unos tacones, ser bella, “pisanlov”, me avisas con tiempo, abre los ojos, el mundo pasa.

Comentarios

Entradas populares