Ya qué pereza

Hoy ha sido la final del Mundial, pero deseo más que todo, que sea lunes ya, sean las 12, estar en mi alcoba, encontrarme con mi traje, acudiendo a mi oficina, ocupándome en algo. Esto es un poema triste, depresivo, “No Fun”. Aquí, en ropa interior, el teatro casero cubierto de miel, huesos, papel, grasa. Pasó una tempestad. Estuviste aquí, y te fuiste. Me despertaste, hacerme escribir, un mundo, de confeti, luces, “Broadway”, y ahora quedaron ruinas. Bueno, la culpa es mía también, por mi esencia, juvenil, vigorosa, apasionada. Tantos sacrificios, conseguir los préstamos, entregas las obras, gané lo que yo quería, para junio, las cortesías, el teatro nuevo, ver el Mundial. Pero, como cuando me enamoré de la colegiala, después de mi cumpleaños, en un atardecer, después de a lluvia, a la hora del chocolate, así también, pasaste, me conquistaste, con tu traje, tu sonrisa, mezcla de la “Belle Epoque”, con “Anni 50”. Te necesité, más que eso, te nombré “Vice”, compinche de mi Mundial, mi fiesta, mi locura; invadí tu camerino, tu tocador, gasté en flores, la tramoya, no vas a creer lo que gasté, lo que hice; yo que no veo las novelas, MTV, ya no hice tareas, por verte a esas horas. Te conseguí, bueno, igual, no funcionó. Será que fui muy intenso, hostigante, “el que mucho abarca...”, no hice una pausa, no me atendí a mí, mi cuerpo, mi sueño, me pegué unas desveladas por pensar cómo hacer la fiesta de cóctel, menos mis ahorros, el fruto de mi esfuerzo, que se convirtió en m casino, mi cuenta para derrochar. También cómo eres, te trasformaste, querías también un neceser, un 4 puertas, te encerraste en tu ego, ya no fuiste más la niña hermosa, muñeca, rosa. Ah, pero bueno, tengo que ver en eso también, en tu genio, tu forma de ser, manosearte así. Una aventura, quedó en eso, pero el Mundial no fue así tan entretenido, no son capaces de pisar un balón. Una aventura, emocionante, deliciosa, fueron días de poesía, fiesta, bohemia, pero ya no queda vino, música, sino restos, polvo, desolación. Desde cero, recomenzar, conseguir lo del mercado, los servicios, olvidarme de los partidos, y de gastar así, querer comerme todo de un solo bocado, por fin atender mi cuerpo, meditar, hacer que se conserve, dure. Yo no soy hombre de negocios, solo sé pintar, contar historias, pero puede ser mi ganancia, para tí también, para el medio ambiente. Todavía eres fascinante, emocionante, juvenil, una tentación. El Mundial, la fiesta, es todos los días.

Comentarios

Entradas populares