Un esclavo

Cómo eres tú, tan indiferente, egoísta, tonta, yo nada qué ver, estoy para ti, yo te llevo a la Noche de la Nostalgia, al país de Las Mil Y Una Noches, trabajo duro, sigo las reglas, dejo de ahorrar, para el coche, la botica, por lo que te gusta, y a mí me gusta, te espero siempre, no te enteras. Pero el viernes, que va el escultor, o el artista de la calle, tienen tanto qué hablar, es un suceso, acudes, con tu Channel, tus Pretty Polly, sobre porcelanas, como una bailarina, el día de la fiesta, como la primera vez, como sales, en mi ventana, cuando el día está tedioso, y quiero ir a mi casa. No sé qué más quieres, o te gustaría, en tu alcoba, tu tocador, qué hace falta para ti, o es de mí. Unos bombones, con coco encima, un peluche, el bolso más grande, un viaje a las Bahamas, este “pechito” no se rinde ante nada, no me rendiré, te esperaré, aunque me de la medianoche, me quedo contigo, no salimos, hasta que me atiendas, me des una sustentada, consistente, explicación, no nos volvamos locos, o histéricos, no es conveniente, te escucharé, me aferraré, me inclinaré a ti, estoy a tus órdenes, eres estupenda, imponente, con tus piernas juntas, altas, desde el suelo, quiero alcanzar la cumbre, contigo, sin parar, no me hagas esperar más, podemos negociarlo, nada es imposible, cuenta con un favor, un deseo, un “sí”, yo digo sí, dime también que sí, que quieres ir al baile, ser “Gagá”, la princesa del cuento, eres una princesa, tus ojos, tu boca, quiero tener la primicia, la mejor toma de ti, más cerca, más dulce, y cuenta con lo que pides, también con eso, que habías olvidado, o tu anhelo, un helado a media noche, ser cantante, un piso en París. Escogimos los tacones, la minifalda, correctos, todo la medida, comprobarlo, es una gracia, una delicia, eres tan femenina, adorable, es un sueño hecho realidad, el esfuerzo vale la pena.