“Areneando”

En la arena, de la playa, el baldío, el Circo León, bajo el sol, el amanecer, entre las rendijas, rayos de papel, de nubes de colores, dibujando, haciendo un castillo, un abstracto, de la gran función, el gran encuentro, la piñata, tus brazos, tu beso, cantándome, cargándome, bailando, los pasos de salón, “rumba rumbita”, son de carmín, cereza, flor de loto, terciopelo, nueces, castañuelas. En la arena, la corteza, formas pequeñas, escritura, árabe, magrebí, la figura de “Charleston”, grabados, pequeños, para tu pose inmensa, alta, inalcanzable, ya quedamos iguales, puedes besarme si quieres, te dejo subirte a mis zapatos, acercarte, jugar, bailar, pintar, lo que te guste, imaginas, en tu tocador, estrenando tu perfume, y quieres que sea verdad. Aquí, en el morro, la cuneta, quiero recordar, grabar, decirlo, cómo fue, como es siempre, cuando salen las hojas, los retoños, las hortensias, después del día sin sol, tener una impresión, una foto, de arena, de tí, de tus piernas, tu mirada, para mi “Picture book”, cundo te necesite, quiera mirarte, suspirar por tí, y no estés. Bueno, igual, no estás, y además, no está la música, y no solo te echo de menos, también quiero no ser yo, rebobinar, comenzar otra vez, volver como antes de llamarte, soñar con la gran gala, el paseo de los enamorados, y decirte “Quiero verte”, “Te va a gustar”, “Es algo que me gusta”, y aquí me encuentro también, como con café negro, en la sala, con asesores, organizando la compañía, el proceso, para que funcione, y tú quieras. Es una travesía, una cruzada, despojarme de mi corbata, mis medallas, echarle cabeza, ver la solución, pensar en hacer caras, hacer el muerto, cavar hondo, conseguir el filón, la sonrisa, que quieras, que me digas “sí”. No sé la verdad, el lenguaje de la arena, leyendo la arena, como el chocolate, o el habano, por eso es regio, juvenil, verde, una fuerza inocente, coqueta, trayendo recuerdos, entre seda, encajes, miel. Veré que hacer, mientras, a esta hora, antes de poner manos a la obra, ensayar la función, trabajar el barro, mientras, tú eres la sirena, te dejo que me cantes, me cantas, juego en la arena a que me cantas, con tu nuevo guardarropa, y te cargo, te envuelvo.

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