Cualquier lugar y momento

En Bagdad, Kabul, ayer, mañana, París, Alejandría, la Ciudad Prohibida, el lunes, en víspera de Halloween, disponiendo una vitrina con los dulces, las máscaras, y al día siguiente, la vitrina de navidad, en cualquier momento, menos aquí y ahora. Donde sea, aquí, ahora también, en mi taller, mis cuadernos, mi pincel, estás tú, en vez de mi entrega, mi obra maestra, mis diseños, me concentro, recito el mantra, cuento mi pulso, pero igual, estás antes, en el mural, mi borrador, antes que la acuarela, la idea que venderá en Milán, Viena, esto que intento escribir, a ver si me sale expresivo, ahora sí acudes primero, estás puntual. Te copio tu mensaje, curioso, inocente, atrevido, "sexy", cargado de las flores, en Buenos Aires, después de los juegos de invierno, en el Parque Japonés, cargado de membrillos, chocolates, con coco, para coger todo, estar primero, como en la plaza, el heladero, con mi billete nuevo, por uno de fruta, de dulce de leche. Ya no estoy jugando bajo el sol, metegol, con los bloques de madera, ya no tengo deberes, junta, cóctel, primero lo primero, otra vez, como después de la oficina, la fiesta de integración, lo hiciste, para ti hay unos bombones, un peluche, una limusina, tus deseos son órdenes. Aunque esté aquí, con cosas qué hacer, requiriendo mi flujo, mi piel, me rindo ante tu piel, tu vanidad, tus juegos tu tocador; aunque me quede mal, repita varias veces, se me vaya el día, por tu culpa, e igual; aunque también, cuando acuda  con mi vestido nuevo, el ramo de flores, me encuentre lleno de tierra, arena, no coordine, sea un desastre, y tengas un compromiso más tarde. Mi mural es la pasarela, mi paisaje, la villa de la Campania, junto al mar; eres de quince, la más querida de la villa, contenta, enamorada, sin maldad, tormentos, la primera flor después de la nieve, te miramos, te miro, te dibujo, una capa de celeste, unos pellizcos de verde, sol, en el mar, el suelo después de llover, soy un Monet, un Renoir, tú eres la chica del bar, después Dietrich, en cámara lenta, como para un comercial de televisión de alta definición, qué va, no pueden contemplar, decirlo, tan especialmente, y yo hago una verbena, un gran premio de la academia, dedicado a ti. Después un cóctel, un día de campo, pero es la otra semana, en Abandoibarra, la Zona Rosa, aquí es la obra, la entrega para la otra semana, ah sí, y después un capuchino, un abrazo, unas fotos, esto, aquello.

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