Flash

Qué sed, qué bochorono, qué rutina, todo igual, me siento en una caja, en un container, aver salgo, por una bebida, en lata, bien helada, burbujas, me hacía falta, la necesito. Igual, todo es igual, el mismo tráfico, pero, es un soplo para mí, vovler a caminar, retomar el paisaje, los arboles, los copetones. Ahora regreso, negro, todo es negro, pasa, una sombra, de colores, rosa palo, piel, unos ojazos, una boca de fresa, pasó una fresa muy cerca, rozándome, de la nada. Más. Una sombra, unas caderas, un baile, casero, inocente, unas piernas, unos pasos, altos, de capullo de seda. Yo pensé que algunas cosas estaban descontinuadas, todavía, con este bochorno, ha pantorrillas, tobillos, de canela, de arena; hay todavía los usos de los 80, los encajes, aunque sea por una chispa, un “pellizco” de segundo, no puedo voltear, pero igual no me aguanto, no puedo seguirla, ahí va, se aleja, con su bolso, sus postres para ahorita más tarde, común. Por una décima, un parpadeo, pasó, me conquistó fué mi sueño de mujer, me pedí su boca, desgranar, amasar, escaparnos juntos, entre la llovizna, convidarla los postres, tomarle fotos. Camino a la villa, la Rambla, habita la mejor florde todas, pero, no hay tiempo para mirar atrás, o recordarla, sus pétalos, sus colores rojo, amarillo, fucsia, los que no he visto todavía. Igual, me soñaré con ella, la dibujaŕe, la poseeré, en papel, en mi almohada.