Mi princesa

Mi media manzana, mi sueño ideal, mi utopía, después de pasear por la ciudad, llegar, lleno de tierra, desechos, realidad. En mi casa, en Barrio Norte, el barrio latino, Uzupis, clásica, “underground”, “pettitecoat”, bailarinas, plataformas, no cambia, es la misma. Así también, en mi casa, el bazar, el grado, la Grand Premier, es para mí, lo mismo, los “milestones”, soñar, desear, y después de la velada, ya en su casa, soñando en su alcoba, el mismo sentir algo, falta algo, extrañar, temer, pensar, prepararme para un mañana, otra cita, otra chance. Siempre lo mismo, después del taller, las onces, vespertina, es lo que más quiero, la espero, en el Pub, el tren de la noche, es el gran evento, no hay boletas, está aquí, por fin, con su tocado, sus encajes, no faltó, ha respondido, a su precedencia, sus pergaminos. Es la más, camina más delicado, ríe más rico, y yo tan común, cotidiano, despeinado, sin corbatín, sin chofer. Al irnos tarde, finalmente bailamos toda la noche, la convidé un “Dry”, ha sido como la fantasía de la maestra, o la anfitriona, casi no hablé en la noche, me dijo “Gracias por todo”, pero no ha sido como en la novela, o al despertar, con sus lágrimas, en mis mejillas, hasta me parece que dije la frase no permitida, olvidé cederle el paso algo así, he sido tosco no sé, no quiero que sea desatenta, o que me rechace, yo quiero quedarme otro rato, otra hora de gracia, de escucharnos, tocarnos, yo quiero tocar, ser amoroso, yo soy el más amoroso, sus pecas en sus mejillas, es pecosa, con finura, sus mejillas, es una muñeca, un sol, que salga el sol. Ya no hay sol, se ha ido, otra vez una noche, sin querer dormir, pensando en la princesa, en la jugada, en que amanezca, vuelva el sol, y por fin nos quedemos, y así, iterativo, incremental, pensando en cuándo vamos a vivir. Como siempre, mañana hay trabajo, tareas, proyectar el producto, la misma gente común, dormida. Esta vez, estuve en la barra, ví todo, podré dormir, soñar, con unos juegos, en la almohada, en mis labios.